Consagración total a Jesús a través de María

Consagración

Cómo hacer la Consagración

(Escucha en audio aquí)

Conviene que inicies esta preparación con una confesión, y que igualmente, una vez concluidos los treinta y dos días, te reconcilies nuevamente con Jesús a través del sacramento del Perdón.

Ya renovado y dispuesto a comenzar un camino limpio, vas a recibir la comunión con la intención de entregarte totalmente a Jesucristo, en calidad de “esclavo de amor”, por medio de María.

Es conveniente tener lista la consagración escrita o impresa en un papel, ya que después de recibir al Señor en la Eucaristía, tendrás que repetirla frente a Él.

En la práctica, es importante para cada uno de nosotros “pagar” a Jesús y a la Virgen algún tipo de tributo para resarcir las faltas que tuvimos a lo largo de nuestra vida: Todas las infidelidades vividas, el renegar de Dios, el no aceptar Su voluntad, etcétera. Estos errores tienen que ser remediados…

El tributo que mencionamos, dependerá de la devoción y capacidad de cada persona, y de cuánto quiera ofrecer a Dios por su perdón. Puede ser un ayuno, una mortificación, una limosna o lo que uno quiera. Lo importante de todo esto, es la entrega y el amor con que cada quien lo haga.

Nuestro amado Dios conoce nuestro arrepentimiento y Su misericordia siempre será más grande que cualquiera de nuestros pecados.

Finalmente, recordamos que cada año deberá renovarse esta consagración en la misma fecha. No es necesario que se haga toda la preparación nuevamente, pues es de suponer que a partir de que nos Consagremos, nuestra vida habrá cambiado de rumbo, y tendrá como principio y fin el servicio a Jesucristo y a nuestros hermanos. Sion embargo, si deseas, puedes hacer la preparación cuantas veces consideres que lo necesitas.

La “Preparación para la Consagración total”, según Luis María Grignion de Montfort, trae una meditación y una oración para cada uno de los 33 días que dura.

Que Dios te bendiga y nuestra amada Madre María interceda por ti acompañándote en el camino de tu salvación.

Documentos para imprimir:

Puedes descargar aquí el Acto de Consagración, y el Certificado de Consagración, para que puedas imprimirlos, firmarlos y personalizarlos.

(Escucha aquí el Acto de Consagración con la voz del Padre Renzo)

Acto de Consagración

1.- A Jesucristo, la Sabiduría encarnada por medio de María (Tratado de la Verdadera Devoción pág. 176)

Arrodillados ante Dios, en voz alta, y con todo el corazón:
“¡Oh Sabiduría eterna y encarnada! ¡Oh amable y adorable Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, Hijo único del Padre Eterno y de María, siempre Virgen! Te adoro profundamente en el seno y en los esplendores de tu Padre, durante la eternidad, y en el seno virginal de María, tu dignísima Madre, en el tiempo de tu Encarnación.

Te doy gracias porque te has anonadado, te has hecho nada, tomando la forma de un esclavo para sacarme de la cruel esclavitud del demonio. Te alabo y glorifico porque te has sometido a María, tu Santa Madre, en todo, a fin de hacerme por Ella tu fiel esclavo. Pero ¡ay! Ingrato e infiel como soy, no he cumplido las promesas que tan solemnemente te hice en el bautismo; no he guardado mis deberes, no merezco ser llamado tu hijo ni tu esclavo, y como nada hay en mí que no merezca tu repulsa y tu cólera, no me atrevo a aproximarme por mí mismo a tu Santísima y Augusta Majestad. Por eso he recurrido a la intercesión de tu Santísima Madre, que Tú me has dado como medianera para con Vos, y por este medio espero obtener de Ti la contrición y el perdón de mis pecados, la adquisición y la conservación de la Sabiduría.

Te saludo, pues, ¡oh María Inmaculada! Tabernáculo viviente de la Divinidad, en donde la Sabiduría eterna escondida quiere ser adorada por los Ángeles y los hombres.
Te saludo, ¡oh Reina del cielo y de la tierra!, a cuyo imperio está sometido, todo lo que está debajo de Dios.
Te saludo, ¡Oh, refugio seguro de los pecadores, cuya misericordia no falta a nadie! escucha los deseos que tengo de la divina Sabiduría, y recibe para ello los votos y las ofertas que mi bajeza te presenta:


2.- Al Inmaculado Corazón de María
Yo, (Nombre del consagrante), pecador infiel, renuevo y ratifico hoy en vuestras manos los votos de mi bautismo; renuncio para siempre a Satanás, a sus presunciones y a sus obras, y me entrego enteramente a Jesucristo, la Sabiduría encarnada, para llevar mi cruz tras Él todos los días de mi vida. Y a fin de que le sea más fiel de lo que he sido hasta ahora, os escojo hoy, ¡oh María!, en presencia de toda la corte celestial, por mi Madre y mi Señora. Os entrego y consagro en calidad de esclavo mi cuerpo y mi alma, mis bienes interiores y exteriores, y aun el valor de mis buenas acciones pasadas, presentes y futuras, otorgándoos un entero y pleno derecho de disponer de mí y de todo lo que me pertenece, sin excepción, a vuestro agrado, a la mayor gloria de Dios, en el tiempo y en la eternidad.

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