Ministerio de Casitas de Oración

Our Services

¿Qué es una Casita de Oración?

Es una pequeña comunidad eclesial, es decir: un grupo de personas que buscan crecer juntas en el Espíritu, a través de la oración, la vida sacramental, el estudio y la comunión fraterna, de acuerdo con lo que establece el Magisterio de la Iglesia Católica.

Es el núcleo íntimo de  crecimiento espiritual del ANE, el destinatario especial de la evangelización (de acuerdo con nuestro objetivo más importante de “evangelizarnos y evangelizar a los demás”).

¡Ayúdanos a ayudar!

Cómo funcionan

  • Se juntan entre 5 y 10 personas
  • Se reza el Santo Rosario
  • Se lee y reflexiona  acerca del Evangelio
  • Se busca conocer a nuestra Iglesia, a través del estudio del Catecismo y otros documentos
  • Conocer y vivir la espiritualidad propia de nuestro Apostolado
  • Se fijan semanalmente propósitos de vida
    comunitarios e individuales, tendientes a
    incentivarnos a la práctica de las virtudes

Objetivos del Ministerio

Este Ministerio se encarga de promover la apertura, y efectuar el acompañamiento, la supervisión y el pastoreo espiritual de nuestras pequeñas comunidades eclesiales, con el fin de ayudar a sus integrantes a:

  • Profundizar en la propia Conversión
  • Incrementar su Compromiso con Dios y con la Iglesia
  • Vivir y actuar en plena Comunión con todos los hermanos
  • Promover la superación de sus defectos
  • Nutrirse del Evangelio y luego proyectarlo, a través de la misión en la Iglesia, por medio de los Ministerios de
    Servicio del ANE

5000 miembros a nivel internacional

3500 casitas de oración en todo el mundo

Casitas de oración en más de 25 países

12 Encuentros internacionales realizados en 18 años de vida

Abre tu Casita de Oración

Vive el Evangelio. Ora. Convive

Mayor información en

casitas@aneapostolado.com

+52 999 555555

Dirección física completa

En qué nos ayuda tu donativo

Cada centavo que recibimos en donativos nos permite llevar un plato más de comida, vestir a una persona en necesidad, comprar un remedio para un enfermo, apoyar a un sacerdote de pocos recursos, solventar misioneros que donan su tiempo, poder soportar este sitio. Es decir, llevar el Evangelio un poquito más allá cada día.